Claridad y ausencia de crispación es lo que hay en el artículo.
Transfemeninos = hombres que se identifican como mujeres. // Transmasculinas = mujeres que se identifican como hombres.
Cotton ceiling / Techo de algodón. https://www.bbc.com/news/uk-england-57853385 Publicado en octubre de 2021.
Nos están presionando para follar con transfemeninos. 'We're being pressured into sex by some trans women' By Caroline Lowbridge.
¿Es una lesbiana transfóba si no quiere acostarse con hombres transfemeninos?
Algunas lesbianas dicen que, con cada vez más frecuencia, están siendo presionadas y obligadas a aceptar a transfemeninos como parejas – luego castigadas y bajo amenaza por hablar.
Varias se han pronunciado con la BBC, junto con transfemeninos que también están preocupados por la cuestión. "Alguien me ha dicho que antes me mataría a mí que a Hitler", dice Jennie, de 24 años. "Dijeron que me estrangularían con una correa si estuvieran en una habitación conmigo y Hitler. Eso fue tan grotescamente violento, solo por no querer echar un polvo con hombres que se identifican como mujeres."
Jennie es una lesbiana (mujer homosexual). Ella dice que sólo se siente atraída sexualmente por mujeres que son biológicamente mujeres y tienen vaginas. Por lo tanto, sólo tiene relaciones sexuales y relaciones con hembras humanas. Jennie no cree que esto debe ser polémico pero no todos están de acuerdo. Ha sido descrita como transfóba, fetichista genital, pervertida y "terf" – feminista radical transexcluyente. "Hay una argumentación frecuente que tratan usar que dice, '¿qué pasa si conoces a una mujer en un bar y es muy guapa y os caéis muy bien y vas a casa y descubres que tiene pene? ¿no te interesaría?'", dice Jennie, que vive en Londres y trabaja en el mundo de la moda. "Sí, porque, incluso si alguien te parece atractivo en un primer momento, te puedes largar. Tan sólo no tengo la capacidad de sentirme atraída sexualmente por individuos que biológicamente son hombres independientemente de cómo se identifiquen".
Tomé conciencia de este problema después de escribir un artículo sobre sexo, mentiras y consentimiento legal. Varias personas se pusieron en contacto conmigo para decirme que había un "enorme problema" para las lesbianas, que estaban siendo presionadas para "aceptar la idea de que un pene puede ser un órgano sexual femenino".
Sabía que este constituiría un tema sumamente polémico, pero quería averiguar cuán extendido estaba el problema. A fin de cuentas, ha sido difícil determinar la verdadera magnitud del problema a causa de que existe pocas investigaciones sobre este tema – solo una encuesta que yo sepa.
Sin embargo, las afectadas me han dicho que la presión proviene de una minoría de hombres transfemeninos así como de transactivistas que no son siempre varones transfemeninos. Describieron haber sido acosadas y silenciadas si intentaban discutir abiertamente el tema. Yo misma recibí conductas abusivas online cuando traté de encontrar personas para las entrevistas a través de las redes sociales. Una de las lesbianas con las que hablé, Amy, de 24 años, me dijo que fue insultada por su novia, una bisexual que quería que hicieran un trío con un transfemenino.
Cuando Amy explicó sus razones para no querer, su novia se puso furiosa. "Lo primero que me llamó fue transfóba", dijo Amy. "Enseguida me atacó para hacerme sentir culpable acerca de no querer acostarme con alguien."
Ella dijo que el transfemenino en cuestión no se había sometido a una cirugía estética genital, por lo que aún tenía pene. "Sé que no existe ninguna posibilidad para que me atraiga esta persona", dijo Amy, que vive en el suroeste de Inglaterra y trabaja en un pequeño estudio de impresión y diseño. "Puedo escuchar sus cuerdas vocales masculinas. Puedo ver su mandíbula masculina. Sé que debajo de su ropa hay genitales masculinos. Estas son realidades físicas que, como mujer a la que le gustan las mujeres, no puedes simplemente ignorar".
Amy dijo que se sentiría así incluso si un transfemenino se hubiera sometido a una cirugía estética genital – algo por lo que algunos optan mientras muchos no lo hacen. Poco después de eso, Amy y su novia rompieron. "Recuerdo que ella estaba profundamente indignada y enfadada, y afirmó que mi punto de vista era propaganda extremista e incitaba a la violencia hacia la comunidad transgénero, además de compararme con grupos de extrema derecha", dijo.
'Me sentí muy mal por odiar cada momento'. Otra lesbiana, Chloe, de 26 años, dijo que se sintió tan presionada que, en la universidad, terminó teniendo sexo con penetración con un transfemenino después de explicarle en repetidas ocasiones que no estaba interesada. Vivían cerca en residencias universitarias.
Chloe había estado bebiendo alcohol y no cree que pudo haber dado el consentimiento apropiado. “Me sentí muy mal por odiar cada momento, por la idea de que nos atrae el género en lugar del sexo, y yo no sentí eso, y me sentí mal por sentirme así”, dijo. Avergonzada y desconcertada decidió no contárselo a nadie. "La formulación en ese momento era muy de 'los transfemeninos son mujeres, siempre son mujeres, las lesbianas deberían salir con ellos'. Y yo estaba en plan de cómo, esa es la razón por la que rechacé a esta persona. ¿Eso me hace mala? ¿Ya no se me permitirá estar más en la comunidad LGBT? ¿Voy a enfrentarme a las consecuencias por eso?' Así que en realidad no se lo dije a nadie".
Escuchar sobre experiencias como estas me condujo a una activista lesbiana para iniciar la investigación sobre el tema.
Angela C. Wild es cofundadora de Get The L Out, cuyas integrantes creen que gran parte del actual movimiento LGBT ignora los derechos de las lesbianas. Ella y sus activistas se han manifestado en marchas del Orgullo en el Reino Unido, donde han enfrentado oposición.
Orgullo en Londres acusó al grupo de "intolerante, ignorante y odio." "Las lesbianas todavía tienen mucho miedo de hablar porque creen que no les creerán, ya que el transgenerismo (ideología de género) impone silencio en todas partes", dijo. Angela diseñó un cuestionario para lesbianas y lo distribuyó a través de las redes sociales, luego publicó los resultados.
Dijo que de las 80 mujeres que respondieron, el 56% informó haber sido presionada o coaccionada para aceptar a un transfemenino como pareja sexual. Si bien reconoce que la muestra puede no ser representativa de la comunidad lesbiana en general, cree que fue importante captar sus "puntos de vista e historias". Así como experimentar presión para tener citas o involucrarse en actividades sexuales con transfemeninos, algunas de las encuestadas informaron que habían sido persuadidas con éxito haciéndolo. "Pensé que me llamarían transfóba o que estaría mal rechazar a un transfemenino que quería intercambiar fotografías de desnudos", escribió una. "Las jóvenes se sienten presionadas para acostarse con transfemeninos para demostrar: no soy una terfa".
Una mujer informó haber sido atacada en un grupo online. "Me dijeron que la homosexualidad no existe y que les debía a mis hermanos transfemeninos desaprender mi 'confusión genital' para poder disfrutar permitiéndoles penetrarme", escribió.
Una comparó las citas con transfemeninos con la llamada terapia de conversión, la controversial práctica de tratar de cambiar la orientación sexual de alguien. "Sabía que no me atraían pero interioricé que era por mi 'transmisoginia' y si salía con ellos durante el tiempo suficiente podría comenzar a sentirme atraída por ellos. Fue una terapia de conversión de manualidades", escribió.
Otra informó que un transfemenino la forzó físicamente a tener sexo tras una cita. "[Ellos] amenazaron con exponerme públicamente como terf y poner en riesgo mi trabajo si me negaba a acostarme con [ellos]", escribió. "Era demasiado joven para debatir y la ideología de género me había lavado el cerebro, así que [ellos] eran una 'mujer' aunque cada fibra de mi ser gritaba por todo, así que acepté ir a casa con [ellos]. [Ellos] usaron la fuerza física cuando cambié de idea al ver [sus] penes y me violaron". Aunque algunos recibieron con agrado en la comunidad LGBT, otros describieron el informe de Angela como transfóbico.
"[La gente] dijo que somos peores que los violadores porque [al parecer] tratamos de incriminar a todos los transfemeninos como violadores", dijo Angela. "Este no es el tema. El tema es que si sucede, debemos hablar sobre ello. Si le sucede a una mujer, está mal. Pues resulta que le sucede a más de una mujer."
El youtuber transfemenino Rose de Dawn ha abordado el tema en su canal en un video llamado "¿Es 'transfóbico' no salir con personas que se identifican como transgénero?" "Esto es algo que he visto que pasa en la vida real a amigas. Este asunto sucedía antes de que comenzara mi canal y fue una de las cosas que lo motivó", dijo Rose. "Lo que sucede es que las mujeres que se sienten atraídas por las mujeres y sus genitales se encuentran en posiciones muy embarazosas donde si, por ejemplo, en una website de citas un transfemenino les entra y les dice 'lo siento, no me atraen los transfemeninos, entonces son tachadas de transfóbas."
Rose hizo el video en respuesta a una serie de tuits del atleta transfemenino Verónica Ivy, entonces conocido como Rachel McKinnon, que escribió sobre escenarios hipotéticos en los que los individuos que se identifican como transgénero son rechazados y argumentó que las "preferencias genitales" son transfóbicas.
Le pregunté a Verónica Ivy si pudiera decirme algo pero no quiso.
Rose cree que puntos de vista como este son "increíblemente tóxicos". Cree que la idea de que las preferencias de citas son transfóbicas está siendo impulsada por radicales transactivistas y sus "autoproclamados aliados" que tienen ideas extremas que no reflejan los puntos de vista de los transfemeninos que conoce en la vida real. "Sin lugar a dudas, de mi grupo de amigos, los transfemeninos de los que soy amigo, casi todos están de acuerdo en que las lesbianas son libres de excluir a los transfemeninos de su piscina de las citas online", dijo. Sin embargo, cree que incluso las personas que se identifican como transgénero tienen miedo de hablar abiertamente sobre esto por miedo al abuso. “La gente como yo recibe muchos insultos de transactivistas y sus aliados”, dijo. "El lado transactivista es increíblemente furibundo contra las personas a las que considera que se salen de la línea."
Debbie Hayton ha sido acusado de propagar discursos de odio contra la comunidad transgenerista, a pesar de ser él mismo un hombre que se identifica como mujer.
Debbie Hayton, un profesor de ciencias que transicionó en 2012 y escribe sobre temas transgénero, fastidia a gente sobre la transición sin ser conscientes de lo difícil que será entablar relaciones. Aunque hoy por hoy hay pocos datos sobre la orientación sexual de los varones transfemeninos, cree que la mayoría se sienten atraídos por las mujeres porque son hombres y la mayoría de los hombres se sienten atraídos por las mujeres. "Entonces, cuando [los hombres que se identifican como mujeres] están tratando de emparejarse, cuando las lesbianas dicen 'queremos mujeres' y las mujeres heterosexuales dicen que quieren un hombre heterosexual, eso deja a los hombres que se identifican como mujeres en relaciones puntuales y posiblemente sintiéndose muy desilusionados por la sociedad, furiosos, alterados y sintiendo que el mundo intentará hacerle daño", dijo.
Debbie piensa que está bien si una lesbiana no quiere quedar con un transfemenino, pero le inquieta que algunas estén siendo presionadas para hacerlo. "La forma de avergonzar es simplemente horrible; es una manipulación emocional y una guerra que sucede", dijo. "Estas mujeres que quieren entablar relaciones con otras mujeres se sienten mal por eso. ¿Cómo hemos llegado a este punto?"
Stonewall rechazó las peticiones de entrevista de la BBC. Stonewall es la organización LGBT más grande del Reino Unido y Europa. Le pregunté a la entidad sobre estos temas pero no pudo facilitar a nadie para la entrevista.
Sin embargo, en un comunicado, la directora Nancy Kelley comparó no querer salir con personas que se identifica como transgénero con no querer salir con personas de color, gordas o discapacitadas. Dijo: "La sexualidad es personal y algo que es único para cada cual. No hay ninguna "buena" manera de ser lesbiana, y solo nosotras podemos saber quién nos atrae". "Nadie debería ser presionada para tener citas, o ser presionada para salir con personas que no le atraen. Pero si descubres que al salir estás descartando a grupos enteros, como gente de color, gordos, incapacitados o trans, entonces vale la pena considerar cómo los prejuicios sociales pueden haber moldeado sus atracciones. Sabemos que los prejuicios siguen siendo habituales en la comunidad LGBT+, y es importante que podamos hablar de eso abierta y honestamente."
Stonewall fue fundado en 1989 por quienes se oponían a lo que se conocía como la Sección 28 - legislación que impedía que los consejos y las escuelas "impulsara" la homosexualidad. La organización, en su origen, se centró en problemas que afectan a lesbianas, gays y bisexuales, luego, en 2015, anunció que haría campaña por la "igualdad trans".
Un nuevo grupo - LGB Alliance - se formó en parte como respuesta al cambio de enfoque de Stonewall, por la gente que cree que los intereses LGB se están quedando atrás. "Se puede decir que no esperaba tener que luchar por estos derechos otra vez, los derechos de las personas cuya orientación sexual es hacia personas del mismo sexo", dijo el cofundador Bev Jackson, quien también cofundó el Reino Unido Frente de Liberación Gay en 1970.
"Sólo pensamos que se había ganado la batalla y es muy aterrador y horripilante que tengamos que pelear esa batalla una vez más." LGB Alliance (Alianza LGB) dice que le preocupa sobre todo que las lesbianas más jóvenes y, por ende, más vulnerables sean presionadas para tener relaciones con hombres que se identifican como mujeres "Es bastante alarmante que encuentres a personas que dicen 'Esto no sucede, nadie presiona a nadie para que se acueste con otra persona', pero sabemos que esto no es cierto", dijo la Sra. Jackson. "Sabemos que una minoría pero aún una minoría considerable de hombres que se identifican como mujeres presionan a las lesbianas para que salgan y echen un polvo con ellos y es un fenómeno muy perturbador."
Le pregunté a la Sra. Jackson cómo sabía que una "considerable minoría" de transfemeninos estaba haciendo esto. Ella dijo: "No tenemos cifras, pero con frecuencia nos contactan lesbianas que relatan sus experiencias en grupos LGBT y en sitios de citas." ¿Por qué cree que ha habido tan poca investigación? "Sin duda creo que se pondría freno a la investigación sobre este tema, casi seguro porque se calificaría como un proyecto deliberadamente discriminatorio", dijo. "Pero también, las niñas y adolescentes, ya que es probable que las jóvenes más inseguras y menos experimentadas sean víctimas de tales encuentros y sean reacias a discutirlo."
La Alianza LGB ha sido descrita como un grupo de odio, anti-trans y transfóbo. Sin embargo, la Sra. Jackson insiste en que el grupo no es ninguna de estas cosas e incluye a personas que se identifican como transgénero entre sus partidarios. "Esta palabra transfobia la han puesto como caminos del dragón para poner fin a la discusión sobre temas realmente importantes", dijo. "Es hiriente para nuestros partidarios que se identifican transgénero, es hiriente para todos nuestros partidarios ser llamados un grupo de odio cuando somos la gente menos odiosa que puedes encontrar."
El término "techo de algodón" se usa a veces cuando se debate de estas cuestiones, pero es dado a la controversia. Proviene de "techo de cristal" que se refiere a una barrera invisible que impide que las mujeres alcancen puestos directivos.
El algodón es una referencia a la ropa interior femenina, la frase tiene la finalidad de representar la dificultad que algunos hombres que se identifican como mujeres enfrentan cuando buscan relaciones o sexo. "Romper el techo de algodón" significa poder tener relaciones sexuales con una mujer." Se cree que el término se utilizó por primera vez en 2012 por un actor porno que se identifica como mujer llamado Drew DeVeaux. Ya no trabaja en la industria y no he podido contactarlo.
Sin embargo, el concepto del techo de algodón llegó a una mayor fama cuando se utilizó en el título de un taller de Planificación Familiar Toronto. El título del taller fue: "Superar el techo de algodón: acabar con las barreras sexuales para queer-transfemeninos", y la descripción explicaba cómo los participantes "trabajarían juntos para identificar barreras, desarrollar estrategias para superarlas y construir comunidad".
Fue dirigido por un escritor y artista que se autoidentifica mujer, quien más tarde se fue a trabajar para Stonewall (la organización le pidió a la BBC que no la nombrara por cuestiones de seguridad). EI transfemenino que dirigió el taller se negó a hablar con la BBC, pero Planificación Familiar Toronto se mantuvo firme en su decisión de celebrar el taller.
En un comunicado enviado a la BBC, la directora Sarah Hobbs dijo que el taller "nunca fue pensado para recomendar o promover la superación de las objeciones de cualquier mujer a actos sexuales.". En cambio, dijo que el taller exploró "las formas en que las ideologías de transfobia y transmisoginia afectan al deseo sexual." ¿A quién más se le ofreció?
Además de Verónica Ivy, contacté con otros transfemeninos de perfil alto que han escrito o hablado sobre sexo y relaciones. Ninguno de ellos quiso hablar conmigo pero mis editores y yo sentimos que era importante reflejar algunos de sus puntos de vista en este artículo.
En un video que ha sido eliminado, el youtuber Riley J Dennis afirmó que las "preferencias" de citas discriminan. Preguntó: "¿De todo corazón, saldrías con un sujeto que se identifica como transgénero? Piénsatelo un segundo. OK, ¿tienes tu respuesta? Bueno, si dijiste que no, lo siento, pero eso es bastante discriminatorio". Explicó: "Creo que la principal inquietud que tiene la gente con respecto a salir con un individuo que se identifica como transgénero es que no tendrán los genitales que aspiran. Debido a que asociamos las pollas con los hombres y los coños con las mujeres, algunas personas piensan que nunca podrían tener una cita con un hombre con coño o con una mujer con polla." "Pero creo que las personas son más que sus genitales. Creo que puedes sentir atracción por alguien sin saber lo que hay en su entrepierna. Y si dijeras que solo te atraen las personas con coño o con polla, de veras se siente como si limitas a las personas a sus genitales."
Otro YouTuber, Danielle Piergallini, hizo un video titulado "El techo de algodón: transfobia, sexo y citas (pero no transexuales)". Dijo: "Quiero hablar sobre la idea de que hay cantidad de gente ahí fuera que dice que no se sienten atraídas por las personas que se identifican como transgénero, y creo que eso es transfóbico porque estás haciendo una amplia generalización sobre un grupo de personas que por lo general no viene de una buena posición." No obstante, añadió: "Si hay un transfemenino que está en preoperatorio y alguien no quiere quedar con él porque no tiene los genitales que coinciden con su preferencia, eso es obviamente entendible."
La novelista y poeta Roz Kaveney (transactivista de renombre) escribió un artículo conocido "Algunas reflexiones acerca del techo de algodón" y otro titulado "Más techo de algodón." "Lo que siempre sucede es la creencia de que la persona es el actual estado de sus partes y el historial de sus partes", escribió en el artículo. "Que es el máximo modelo reductivo de atracción sexual más que pueda imaginar".
Si bien este debate alguna vez fue considerado marginal, la mayoría de las entrevistadas que me hablaron dijeron que se ha vuelto visible en los últimos años por las redes sociales.
Ani O'Brien, portavoz de un grupo de Nueva Zelanda llamado Speak Up For Women (Hablamos en defensa de la mujer), hizo un video de TikTok dirigido a las lesbianas más jóvenes. Ani, que tiene 30 años, le dijo a la BBC que está preocupada por la generación de lesbianas que son adolescentes. "Lo que vemos es una regresión donde una vez más se les dice a las chiquillas homosexuales '¿Cómo sabes que no te gusta una polla si no la has probado?'", dijo. "Nos dicen que debemos mirar más allá de los genitales y aceptar a un individuo que diga que es una mujer, y eso no es la homosexualidad." "No ves muchas transmasculinas interesadas en hombres homosexuales, por lo que no reciben tanta presión, pero sí ves muchos transfemeninos que están interesados en las mujeres, por lo que nos afecta de forma desproporcionada."
Ani cree que este tipo de mensajes son confusos para las jóvenes lesbianas. "Recuerdo ser una adolescente en el armario tratando desesperadamente de ser heterosexual, y eso fue bastante duro", dijo. "No puedo imaginarme cómo hubiera sido si al final hubiera aceptado el hecho de que era homosexual para luego enfrentarme a la idea de que algunos cuerpos de varones no son de varones, por lo que deben ser lesbianas, y tener que lidiar con eso."
Ani dice que en Twitter es contactada por chiquillas homosexuales que no saben cómo salir de una relación con un hombre que se identifica como mujer. “Intentaron hacerlo bien, les dieron un chance y se dieron cuenta de que son lesbianas y no querían estar con un sujeto con cuerpo de hombre, y el concepto de transfobia y discriminación se usa como arma emocional, que no puedes largarte pues de lo contrario eres transfóba", dijo.
Como otras que han expresado sus inquietudes, Ani ha sido injuriada en internet. “Me han incitado a suicidarme, he recibido amenazas de violación,” dijo. Pese a todo, dice que está decidida a seguir alzando la voz. "Algo de veras importante que debemos hacer es poder hablar sobre estas cosas. Cerrar las conversaciones y llamarlas intolerantes es en efecto inútil, y no debería estar fuera de nuestro alcance o capacidad tener conversaciones difíciles acerca de algunas de estas cosas."
*La BBC ha cambiado los nombres de algunas personas que aparecen en este artículo para proteger sus identidades.
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